viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Quién vigila al vigilante?


Para los que conozcan la saga de mundo disco, conocerán esta frase del comandante Vimes. Para los que no, la explico.

Vimes es un policía con un gran poder dentro de la ciudad. Podría ceder a la extorsión, o a sus propios impulsos para hacer aquello que quisiera, o a su agresividad interior. Para suerte de los ciudadanos alguien vigila que haga lo que debe. ¿Quién? El mismo. Por suerte es una persona honrada que sabe que tiene que vigilar por ser capaz de hacer lo correcto. Siempre se repite la frase. ¿Quién vigila al vigilante?

No me extraña que después del 25S me pregunte quién vigila a la policía, y si realmente velan por nuestra seguridad.


No caeré en el error de pensar que la policía está manipulada, o que no hace lo que debe. No diré que su trabajo fue incorrecto. Es necesario que la policía controle los ánimos de unos pocos insensatos y energúmenos que podrían liarla.
Su trabajo es velar por la seguridad de todos. Pero viendo los videos y las fotos pongo en duda que lo estuvieran haciendo como debían.

Partamos de la base de que son personas, muchos de ellos podrás encontrártelos en el parque jugando con sus hijos como todos, no son monstruos. Pero tienen un trabajo al menos las unidades anti disturbios, en el que hay que ser agresivo y duro.
Ahora la pregunta es. Tiene un antidisturbios que ceder ante improperios. ¿Debe responder con porrazos a los insultos?
Es normal que a un policía se le valla la mano, al igual que a un manifestante con ánimos calentados se lie a golpes con un policía en caso de encontrarlo en desventaja. La diferencia es que hay una autoridad que seguramente detenga y condene al manifestante pero ¿y al policía?

Si a la policía no se le investiga en casos de excesos, se crea la ida de que son invulnerables y que están por encima de la ley. Es cierto que hay que dotar a la policía de autoridad suficiente para que nadie pueda enfrentarse a ella saltándose la ley, pero si se le da demasiada como está ocurriendo nos encontramos con que da la sensación de que está al servicio de los gobernantes.
Tal y como están las cosas se debería de garantizar de que aun seguimos en un estado democrático, sino, y con razón, se extiende la idea de que estamos en una dictadura encubierta.

Si el gobierno sigue con su sordera crónica (el PP siempre la sufrió más que el PSOE) y usa a la policía para crear miedo, dándole demasiada autoridad, la sensación de malestar irá en aumento.

El distanciamiento de los políticos es palpable. Cada vez más parecen estar en su propio reino de maravillas. Intocables. No renuncian a su cargo. Una vez elegidos no los echa nadie de su sitio.

Quién vigila a los políticos. Quién vigila a la policía.

Si sigue esta invulnabilidad de las instituciones la crispación seguirá en aumento.

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